Llevo 20 años estudiando reclutas occidentales para organizaciones terroristas nacionales y transnacionales. Entrevisté a yihadistas, terroristas nacionalistas blancos y ecoterroristas para comprender sus motivaciones y prevenir violencia futura. En mi opinión, el atractivo de algunos de los elementos clave que ISIS ofreció a los reclutas occidentales vulnerables o confundidos (seguridad de fe, identidad, redención y venganza) es más fuerte que nunca y seguirá resonando entre las personas que puedan encontrarlos en línea.
La mayoría de nosotros vivimos de adultos en un estado de confusión mental e incertidumbre. Rara vez podemos elegir entre el bien y el mal, pero a menudo nos enfrentamos a la frustrante elección entre acciones que conducen a consecuencias ligeramente mejores o peores. Las recompensas por el buen comportamiento suelen ser pasajeras y el castigo por las malas decisiones suele residir en nuestras propias acciones.
Para algunos, ISIS ofrecía una alternativa tentadora: certeza moral respaldada por una aplicación brutal de la ley. De 2013 a 2019, Se estima que 53.000 combatientes de 80 países Viajó a áreas controladas por ISIS en Siria e Irak para convertirse en parte de lo que el grupo vendía como un Estado islámico idealizado. una estimación 300 personas de Estados Unidos O bien entraron en territorio controlado por ISIS o lo intentaron. Algunos combatientes extranjeros se hicieron famosos por cometer las peores atrocidades del califato.
Para los simpatizantes que no pudieron viajar, el portavoz principal del EI, Abu Muhammad al-Adnani, pidió a sus seguidores de todo el mundo que atacaran a los infieles en sus países. En un discurso pronunciado en septiembre de 2014, al-Adnani dijo dicho Si no puedes bombardear o disparar al enemigo infiel, “golpéale la cabeza con una piedra, mátalo con un cuchillo o atropellalo con tu coche”, los simpatizantes de ISIS comenzaron a cometer este tipo de ataques con vehículos, incluido un atentado. Ataque con camión en Niza, Francia. En 2016, 86 personas murieron y 450 resultaron heridas. Siguió muchos otros.
En las últimas horas antes de su ataque suicida en Nueva Orleans, el atacante Shamsud-Din Jabbar publicó sus planes en Facebook. Quizás el registro más revelador fue su confesión de que había considerado dañar a su familia. “No quiero que pienses que te perdoné voluntariamente”, dijo. Pero al parecer Jabbar temía que los titulares no se centraran en la “guerra entre creyentes e incrédulos”, que, según él, sólo estaba perjudicando a su familia.