“Cuando ejercitamos y desafiamos nuestros músculos, provocamos la degradación de las fibras musculares, lo que estimula el crecimiento y crecimiento muscular, la hipertrofia (aumento del tamaño del músculo) y la fuerza. La estimulación mecánica de un músculo aumenta el flujo sanguíneo y la liberación de histamina. Qué hace es reducir la respuesta inflamatoria en el área estimulada, reducir el dolor muscular y permitir que el atleta rompa los nudos”.