- Un informe de Capgemini revela que casi la mitad de los ejecutivos dicen que el aumento de los gases de efecto invernadero se debe a la inteligencia artificial
- Sólo el 12% mide la huella de carbono de la IA de su empresa
- Los informes limitados dificultan la medición
Las empresas son cada vez más conscientes de los impactos ambientales de la inteligencia artificial en lo que respecta a la energía y los recursos naturales necesarios para operar los centros de datos, según una nueva investigación.
Un aumento en el interés y el uso de la inteligencia artificial ha puesto a los centros de datos de IA en la línea de fuego en los últimos años: su hambre de grandes cantidades de electricidad y agua para enfriar ha dejado a los críticos cuestionando la efectividad de la tecnología emergente en comparación con su costo ambiental.
Como resultado, una investigación de Capgemini encontró que casi la mitad (48%) de los ejecutivos encuestados atribuyeron un aumento en las emisiones de gases de efecto invernadero a sus proyectos de IA.
Las empresas saben que la GenAI es perjudicial para el medio ambiente
Aunque las empresas son cada vez más conscientes de los impactos ambientales de la IA, cuantificarlos es un desafío mayor. Sólo el 12% de las organizaciones miden la huella de carbono de su GenAI, y la sostenibilidad ocupa un lugar bajo cuando se trata de influir en la decisión de una empresa de elegir un modelo.
También existe una dependencia destacada de proveedores externos, lo que reduce la cantidad de control que las empresas tienen sobre sus emisiones. Más de tres de cada cuatro utilizan modelos previamente entrenados, en comparación con sólo el 4% que construye los suyos propios.
Algunas organizaciones están buscando utilizar modelos más pequeños para reducir sus impactos ambientales, y otras están buscando opciones de energía renovable para reducir aún más las emisiones, pero el desafío clave es que la sostenibilidad es actualmente una baja prioridad para los gerentes: solo uno de cada cinco la ve como una factor clave.
Los proveedores de modelos rara vez divulgan datos sobre su impacto ambiental, y los conjuntos de datos combinados dificultan la identificación de impactos particulares.
Además de considerar las calificaciones de sostenibilidad como un factor de toma de decisiones, Capgemini dice que las empresas deberían considerar el uso de modelos más pequeños y específicos para tareas específicas para reducir el consumo de energía.
Las empresas también pueden mejorar la sostenibilidad de su infraestructura eligiendo hardware eficiente y centros de datos ecológicos.
El informe también pide una mayor gobernanza sobre el uso ético y sostenible de la IA generativa.
“Si queremos que la Generación AI sea una fuerza para el valor empresarial sostenible, necesitamos tener un debate de mercado sobre la colaboración de datos y formar estándares para toda la industria sobre cómo contabilizamos la huella ambiental de la IA, de modo que los líderes empresariales estén equipados para hacer más decisiones comerciales informadas y más responsables, y reducir esos impactos”, señaló Cyril García, Jefe de Servicios Globales de Sostenibilidad y Responsabilidad Corporativa de Capgemini.