Las cámaras digitales vintage: una declaración artística más allá de una moda

En la actualidad, los jóvenes adultos crecieron en una era donde sus recuerdos de la infancia fueron capturados principalmente con cámaras de smartphones, en lugar de cámaras digitales dedicadas o cámaras de rollo. No es de extrañar que, como una respuesta a la omnipresencia de los teléfonos, algunos fotógrafos jóvenes y creativos estén dejando sus dispositivos en el bolsillo para optar por cámaras digitales compactas, las mismas que muchos fabricantes han dejado de producir activamente.

Entre esta comunidad creativa, se ha generado gran interés por modelos elegantes y de alta calidad, como la Fujifilm X100 y la Ricoh GR. En TikTok, las llamadas “digicam girlies” han popularizado modelos como la Canon PowerShot G7 y la Sony RX100, ideales para selfies y fotos rápidas.

Sin embargo, otros fotógrafos han optado por retroceder dos décadas o más para añadir un toque vintage y rescatar la estética “Y2K” en sus imágenes. Inspirados por el estilo de MySpace, muchos utilizan auténticas cámaras digitales de principios de los 2000, enfocando a sus amigos con el flash encendido y obteniendo fotos de baja resolución y granulado nostálgico, características que evocan el año 2003.

“Es algo tan curioso para mí porque soy una millennial mayor”, comenta Ali O’Keefe, quien dirige el canal de fotografía Two Months One Camera en YouTube. “Mi infancia fue capturada en rollo fotográfico, pero para ellos probablemente fue en cámaras como la Canon SD1000”, explica, haciendo referencia a un popular modelo compacto de mediados de los años 2000.

Más que nostalgia, un símbolo de autenticidad

No se trata solo de una estética retro, sino también de ganar cierto prestigio entre los círculos creativos. Celebridades como Ayo Edibiri y Kendall Jenner han contribuido a la fiebre de las cámaras digitales vintage al compartir fotografías tomadas con cámaras de bolsillo antiguas.

El auge de las cámaras digitales vintage representa al menos la segunda gran ola de nostalgia en el mundo de la fotografía. Hace más de 15 años, un resurgimiento del uso del rollo fotográfico llevó a que miles de cámaras de los años 70 y 80 volvieran a estar de moda. Proyectos como Impossible Project y Film Ferrania impulsaron la producción de películas compatibles con cámaras Polaroid y rollos de 35 mm, reactivando equipos de fabricación que parecían destinados a convertirse en chatarra. Empresas tradicionales como Kodak e Ilford han experimentado un aumento significativo en ventas de rollos fotográficos.

Sin embargo, esta tendencia también trajo consigo un aumento en los costos. Mientras que los precios de las películas subieron drásticamente, los servicios de revelado también se volvieron más caros. Hoy en día, desarrollar y escanear digitalmente un rollo cuesta entre 15 y 20 dólares, lo que ha hecho que este pasatiempo sea menos accesible para algunos.

El renacimiento de las cámaras digitales vintage no solo rescata recuerdos visuales de décadas pasadas, sino que también celebra una era en la que la creatividad y la autenticidad primaban sobre la perfección técnica.