La infraestructura global de TI se ha vuelto cada vez más conectada e interdependiente. Como resultado, la resiliencia operativa ha seguido aumentando en la agenda de los CISO. Si bien las organizaciones han madurado en su manejo de las amenazas de software, muchas luchan con una visibilidad deficiente y herramientas inadecuadas para defenderse contra amenazas de nivel inferior dirigidas al hardware y firmware, lo que está demostrando ser una barrera para la resiliencia.

Los ataques a la cadena de suministro pueden presentarse de muchas formas, desde grupos de ransomware que comprometen la infraestructura de los proveedores hasta la manipulación del hardware y el firmware. Más allá de la interrupción, la razón por la que estos ataques son tan dañinos es porque socavan las bases de hardware y firmware de los dispositivos, a menudo de maneras que son difíciles de detectar y reparar, lo que significa que no se puede confiar en el software y los datos seguros.

Source link