A medida que más empresas abogan por el regreso a la oficina, los espacios de trabajo que alguna vez estuvieron vacíos están nuevamente llenos de actividad. Pero con este cambio llegó un nuevo problema: el ruido.

Los defensores del trabajo de oficina argumentan que las interacciones cara a cara despiertan la creatividad, fortalecen las relaciones laborales y aumentan la moral del equipo de maneras que el trabajo remoto no puede igualar. Sin embargo, el ruido en las oficinas concurridas está resultando ser una gran preocupación para muchos. El desafío para las empresas radica en crear un entorno donde pueda coexistir la capacidad de concentrarse silenciosamente o colaborar con colegas.

Nigel Dunn

Vicepresidente y Director de EMEA Norte en Jabra.

¿Un lugar de trabajo próspero o un asesino de concentración?

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