2024 ha sido un año de rápida adopción de la IA, y muchas empresas se han esforzado por aprovechar los últimos avances por temor a quedarse atrás. Sin embargo, a pesar de una importante inversión, las organizaciones suelen tener dificultades para obtener beneficios tangibles de sus iniciativas de IA. De hecho, los informes indican que si bien el 68% de las grandes empresas han incorporado la IA, una cuarta parte de los profesionales de TI lamentan su rápida adopción de la IA y dos tercios desearían haber elegido las tecnologías con más cuidado.

Podría decirse que la raíz de este problema radica en la falta de control. Las organizaciones luchan por implementar herramientas de inteligencia artificial de una manera que no solo brinde beneficios, sino que tampoco comprometa la privacidad de sus datos. En 2025, las empresas deberán asegurarse de elegir la herramienta de IA adecuada para su trabajo, manteniendo al mismo tiempo el control y la privacidad que sus datos necesitan.

Simón Bain

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