Australianos disgustados han limpiado el rastro de destrucción dejado por miles de borrachos navideños en una popular playa de Sydney.
Imágenes impactantes tomadas la mañana del Boxing Day muestran escenas de caos total y matanza en Bronte Beach, en los exclusivos suburbios del este de la ciudad.
Miles de latas, botellas de cerveza y vino, cajas de cartón desechadas y bolsas de nevera vacías estaban esparcidas por el césped normalmente prístino detrás de la pequeña pero popular playa.
La imagen mostraba a una fiestera en bikini durmiendo bajo una toalla en medio del caos, mientras los guardabosques de la ciudad estimaban que al menos diez mil turistas y mochileros se habían instalado en la zona.
Los trabajadores comunitarios habían luchado por mantener a la gran cantidad de personas después de que el caos que se produjo el año pasado provocó indignación entre los lugareños ricos que consideran a Brontë su hogar.
En Bronte Beach, se instalaron 250 botes de basura adicionales y se instalaron baños y un urinario adicionales para hacer frente a la avalancha.
Sin embargo, las medidas parecen haber tenido poco efecto ya que la zona quedó completamente desfigurada el jueves por la mañana.
Un australiano expresó su indignación porque aquellos “que dejaron Brontë Beach como un vertedero son una vergüenza, al igual que el ayuntamiento que no proporciona suficientes contenedores y la policía que no controla las multitudes”.
Seguirán más.
Miles de juerguistas acudieron a Brontë Beach para una fiesta anual de Navidad (en la foto), lo que provocó que el área quedara destrozada como en años anteriores.
Imágenes impactantes tomadas la mañana del Boxing Day muestran escenas de caos total y matanza en Brontë Beach, en los exclusivos suburbios del este de la ciudad.
Miles de latas, botellas de cerveza y vino, cajas de cartón desechadas y bolsas de nevera vacías cubrían el césped normalmente prístino detrás de la pequeña playa.
En la foto, se ve a una fiestera en bikini durmiendo bajo una toalla en medio del caos, mientras que los guardabosques de la ciudad estimaron que al menos diez mil turistas y mochileros estaban presentes.
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