El sindicato de policías de Victoria ha criticado duramente a la primera ministra Jacinta Allan y a su gobierno estatal después de que una serie de robos obligaran a los residentes a contratar guardias de seguridad privados.
La Asociación de Policía de Victoria emitió un duro comunicado el viernes tras una “explosión de allanamientos de viviendas” en los suburbios de Melbourne.
El sindicato dijo que los residentes se habían visto “obligados a contratar sus propios guardias de seguridad privados” para patrullar sus vecindarios y protegerse de posibles delincuentes.
“Esta es una acusación del fracaso del gobierno a la hora de equipar adecuadamente a nuestras fuerzas policiales”, decía el comunicado.
Agregaron que la tasa de criminalidad es tan alta porque la policía tiene “1.000 vacantes, más de 900 policías no pueden trabajar debido a lesiones y enfermedades y 43 comisarías están cerradas”.
Debido a la falta de agentes sobre el terreno, el sindicato afirma que no tiene recursos suficientes para prevenir el crimen y sólo arrestar a los delincuentes.
“La consecuencia que estamos viendo ahora es que los barrios se están uniendo para financiar su propia seguridad privada, y no es la primera vez”, afirmó el sindicato.
“Esto es simplemente inaceptable”.
El sindicato de policía apuntó a los líderes y al gobierno del estado, quienes, según dijo, estaban “sentados de brazos cruzados” en lugar de encontrar una solución.

El sindicato de policía de Victoria ha atacado a la primera ministra del estado, Jacinta Allan (en la foto), y a la policía por no reclutar nuevos reclutas y dejar a los agentes abrumados.

Esto se produce cuando los residentes de los suburbios de Melbourne se han visto obligados a contratar guardias de seguridad privados para evitar una serie de robos en viviendas (imagen de archivo).
El sindicato pidió al gobierno estatal que “se siente a la mesa y negocie salarios justos” para atraer nuevos reclutas y detener la “fuga de cerebros de agentes de policía experimentados”.
“Tales medidas ayudarán a revertir esta preocupante tendencia y equipar adecuadamente a nuestra fuerza policial, en lugar de dejar que las comunidades se las arreglen solas”, dice el comunicado.
La disputa que duró un año llevó a que los agentes alertaran a los automovilistas sobre la ubicación de los radares de tráfico como parte de una acción industrial en septiembre.
En mayo se alcanzó un acuerdo de principio que concedía a los funcionarios un período de trabajo de quince días de nueve días y un aumento salarial del 16 por ciento en cuatro años.
Sin embargo, el acuerdo fue rechazado por los miembros y las partes regresaron a la mesa de negociaciones.
Las demandas del sindicato fueron posteriormente rechazadas por el gobierno de Victoria y el acuerdo propuesto anteriormente fue retirado, con lo que las negociaciones volvieron al punto de partida, dijo el jueves el sindicato de la policía.
“Nuestros miembros no quieren emprender acciones laborales, pero desde que presentaron a la policía de Victoria una serie de nuevas reclamaciones no han podido entablar negociaciones significativas”, dijo el secretario Wayne Gatt.
Las demandas de la policía incluyen un aumento salarial del 24 por ciento en cuatro años, además de exigir que el tiempo dedicado a ponerse y quitarse el equipo al inicio y al final de un turno se considere parte de su turno y no como una adición no remunerada al mismo. .
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