Un rico hombre de negocios se ve obligado a pagarle a su esposa 10 millones de dólares adicionales como parte de un acuerdo de divorcio después de que ella descubre su cuenta secreta.
La pareja de Sydney se vio envuelta en la batalla legal ya que su esposa reclamó 174 millones de dólares de los activos totales de la pareja de 565 millones de dólares.
El fallo determinó que la pareja había estado en una relación durante un período relativamente corto de menos de diez años, no tenía hijos y el marido aportaba la mayor parte de los bienes.
El tribunal escuchó que la mujer vendió un apartamento por 260.000 dólares antes de que se desarrollara la relación y que el dinero se utilizó como depósito en otra propiedad.
El juez Richard Schönell criticó a ambas partes en su sentencia publicada, diciendo que en ocasiones habían mentido.
El marido, cuyo nombre no puede ser identificado oficialmente, había afirmado que su fortuna valía sólo 50 millones de dólares, pero el uso de un antiguo apodo resultó ser su perdición cuando su ex esposa descubrió que lo estaba usando para varias cuentas en línea.
Aunque las cuentas comerciales estaban a nombre del hermano del marido, el tribunal dictaminó que él era un “hombre de paja” y no el custodio real del dinero.
Se descubrió que la empresa tenía activos por valor de 480 millones de dólares.
Un rico hombre de negocios se ve obligado a pagarle a su esposa 10 millones de dólares adicionales como parte de un acuerdo de divorcio después de que ella descubre su cuenta secreta.
Debido a que el marido tiene negocios y activos inmobiliarios en todo el mundo, la esposa lo persiguió con demandas en tribunales extranjeros.
La cartera de propiedades vale decenas de millones de dólares, incluidas propiedades de primera línea en Sydney y una casa trofeo de 20 millones de dólares en el extranjero.
Además de la pareja que se separa, el hermano del marido también testificó durante el juicio ante el juez Schonell y no quedó impresionado por nadie.
“Todos tenían una motivación clara para hacer declaraciones egoístas, y las conclusiones y confesiones muestran que en ocasiones eran falsas”, escribió en el fallo.
El juez Schonell consideró que el testimonio de la esposa era “increíble y en ocasiones fantasioso” y que “el marido intentó ocultar el verdadero alcance de sus bienes”.
El juez concedió a la mujer 10 millones de dólares adicionales, con lo que su parte total asciende a casi 20 millones de dólares.
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