En 1946, Tallchief y Balanchine se casaron: “Sería lo más maravilloso”, dijo en sus memorias de 1997, “y podrían trabajar juntos. Balanchine, nacido en Rusia, quedó encantado con su herencia india y sintió que lo acercaba más a ella”. eso, siendo yo mismo un estadounidense. Cuando estaban visitando a su abuela en Oklahoma, escribió Tallchief en sus memorias, le dieron un brazalete de turquesa y se lo colocaron directamente en la muñeca. (Lo usó casi todos los días durante más de 30 años). “Cuando la abuela vio lo feliz que lo hacía, dijo que le pondría un cinturón”, escribió Tallchief.

Al finalizar su contrato con el Ballet Russe, Tallchief se unió a Balanchine y su nueva compañía como bailarina principal. Su matrimonio terminó en anulación en 1951, firmada el día en que comenzaron los ensayos del romántico Pas de Deux de la Sinfónica Escocesa, un año después. Pero Balanchine continuó creando papeles destacados para ella, como el Hada de Azúcar en El Cascanueces y el papel principal en Allegro Brillante.

Cuando estuvo casada con Balanchine, se sintió limitada por la estrecha conexión entre su vida personal y profesional. “Pero ahora comencé a comprender que había otra personalidad a la que estaba conectada mi vida como mujer”, escribió en sus memorias. “Y ese personaje era Maria Tallchief, primera bailarina”.

Heléne Alexopoulos, ex directora del Ballet de la ciudad de Nueva York que fue entrenada por Tallchief, dijo que su fama llegó en un momento en el que no era la primera bailarina obvia. “Ella era claramente estadounidense”, dijo Alexopoulous, en una época en la que los mejores bailarines procedían de Europa. “Ella rompió ese techo”.

Pero esta representación de la mujer estadounidense, particularmente en los medios de comunicación, a menudo incluía una representación problemática de su herencia india. La revista Time elogió su “entusiasmo por su impecable técnica” antes de señalar que “fuera del escenario es tan estadounidense como el wampum y el pastel de manzana”.

Paschen, poeta, escribe sobre las complejidades de la vida de su madre como artista y nativa americana. De “Heritage IX”, en “Blood Wolf Moon” (2025), Paschen escribe sobre los titulares de 1947: “‘Peau Rouge Danse a l’Opera’/Peau Rouge, Red Skin/una frase que aprendió a ignorar”. “

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