Los reguladores de valores estadounidenses demandaron a Elon Musk en un tribunal federal de Washington el martes en una acción de ejecución relacionada con su compra de Twitter, ahora llamada X, por 44.000 millones de dólares.
Es probable que la demanda contra Musk, quien se ha convertido en un asesor cercano del presidente electo Donald J. Trump, sea una de las acciones finales más controvertidas de la Comisión de Bolsa y Valores bajo el liderazgo de Gary Gensler, su presidente saliente.
La SEC alega que con su compra de Twitter en 2022, Musk violó las leyes de valores al acumular una gran posición en las acciones de la empresa sin presentar el informe correspondiente. La denuncia decía que esperó 11 días antes de presentar la divulgación requerida ante la SEC.
Las presentaciones regulatorias son necesarias para que los inversores en el mercado puedan monitorear los movimientos de los grandes inversores y las posibles ofertas públicas de adquisición.
En las últimas semanas, Musk se había burlado de la SEC en publicaciones en X sobre la posibilidad de presentar una demanda. En diciembre lo hizo compartió una carta que su abogado había rechazado una oferta de acuerdo de la autoridad en el caso.
Esta es la tercera vez que la SEC lleva a Musk a los tribunales, siendo el primer caso presentado por reguladores de valores durante el primer mandato de Trump. Esa demanda surgió de publicaciones inapropiadas que Musk hizo sobre sus pensamientos sobre la privatización de su compañía de automóviles eléctricos Tesla.
Antes de presentar la demanda el martes, la SEC había acudido a los tribunales para obligar a Musk a cumplir con una citación para tomar su declaración.
Dado que Gensler dimitirá con la toma de posesión de Trump el lunes, no está claro si los reguladores continuarán con el litigio. Trump ha dicho que tiene la intención de nominar a Paul Atkins, ex comisionado de la SEC y conservador proempresarial, para reemplazar a Gensler.
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